jueves, 14 de diciembre de 2006

MIL, MIL, MIL

Hoy perdí mi anillo de plata y encontré un rosario en una barandilla de Gran Vía, mil esquinas pagadas, cuando quería dormir recordaba sus nombres y formas,pagare mas de mil para que rajen a la luna y le saquen el demonio que lleva dentro, vacía me seguirá queriendo.

Mil gramos que seguirán su camino, un subidon sin stop os hará salir a la calle, las llaves se quedan dentro, un puño rompe la ventana de la cocina y mil cristales caen, mil gotas manchan de sangre la casa, mil puntos sumaran los de tu muñeca a los de tu espalda.

Cuando escuchas al cirujano que perderás sensibilidad en la mano ¡ríes!, dos años llevas sin sensibilidad en el pene, por dos hernias malditas, las mil balas del norte no te han matado, te matan los mil cuernos de tu mujer.

Pero no os preocupeis, las ratas viejas de Madrid no muerden esta noche, ni se emborrachan con agua de las alcantarillas.

Mil corridas muertas, mientras un colchón en la calle dura diez minutos, y un cuadro de flores toda la vida.

Mil mensajes que morirán como mil sirenas en la ciudad, pero habrá mil vasos vacíos que volveremos a llenar



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta lo que leo, no sé bien por qué, pero me gusta, y mucho...
Supongo que es "ese lado oscuro".
Un beso

Anónimo dijo...

Llenemos ese vaso y brindemos por recuperar la sensibilidad perdida.
Saludos