sábado, 7 de abril de 2012

TORRIJAS Y TARAS

Ella no tenia pensado que subiera  a su piso. Solo un cafe y una torrija (por aquello del viernes santo) en el bar de la esquina, que alli la conocen y con las citas de internet nunca se sabe.

Su cita llegó puntual y completamente de negro y con esa sonrisa que la cautivó al instante. Una sonrisa franca y honesta que le hizo recordar la voz que habia dentro y que ella habia escuchado por primera vez por Skipe hacia una tres horas. Pensó que era una locura quedar asi y con alguien que apenas conocía. Todo se disipo cuando la voz dijo un hola y en su sonrisa se dibujo un hoyuelo magnifico.

Resulto atento y de divertida conversación. A veces sus ojos oscuros eran soñadores y otras veces curiosos y otras simplemente hipnoticos. Ella tenia muchas ganas de besarle. El hablaba y hablaba  y su voz la humedecia. Jamás le habia sucedido eso. No queria que terminara el momento, por eso al pagar la cuenta ella se sorprendio al sugerirle tomar un capuchino en su casa.

El fue comedido en el acercamiento. Espero a estar sentados en el sofa para poner la cabeza en su regazo. Eso la dejo perpleja; normalente se lanzaban directamente al beso o a sus tetas o a su coño, y el solo se recostó y siguio hablando. Ella se atrevió y le acarició el pelo. El sonreia. Ella pensó que si él dejaba de sonreir ella tendria la fuerza necesararia para pedirle que se fuera. 

El la beso lento como un novio enamorado y despues rabioso como un amante desesperado. Ella pénso en dormir con él esa noche. Ella pensó que se la  follaría y se largaría como todos los demás. Ella decidió olvidar sus pensamientos.

Follaron. El demostró tremendas y poco comunes habilidades en el sexo oral que la sorprendieron de nuevo. Ella se la chupó cn cariño y el se corrió manchando la almohada. Ella imaginó que si no se hubiera apartado a tiempo, la corrida le hubiera atravesado la cabeza. Sonrió alegre.

Esa noche el cocinó para ella un magnifio rissotto y ella se emocionó ya que jamás hombre alguno habia cocinado para ella.

Follaron con casi amor.

Esa noche el la dió tantos besos , abrazos, besos, abrazos y cariño que ella enloqueció y no pudo dormir ni un minuto.

A la mañana siguiente la despertó con caricias en el pelo y de su boca salió un buenos diasque la hilvanó el alma. Ella se supo enamorada y sintió que el tambien era honesto y de verdad con sus demostraciones de afecto.

Nadie que no siente algo puede besar asi.

Nadie que no siente algo puede abrazar asi.

Nadie que no siente algo puede mirar asi.

Su desconfianza fruto de tantos encuentros baldios la llevó preguntarse como una persona tan increible no estaba emparejada. El le habia dicho que no habia tenido suerte en sus intentos de acercarse y de comprometerse. Ella pensó que ninguna mujer en su sano juicio dejaría que alguien como él abandonara su vida. Ella sería esa chica que el parecia necesitar. Pero ella no era diferente y se preguntó donde estaría la tara ya que parecia no tener defectos...

En la habitación de al lado... él notaba como la vida se le echaba encima y le pedía aire y espacios...

Se sintió terriblemente solo de nuevo.

Soy un imbecil, se dijo.

Ella tarareaba una canción de Sabina mientras se duchaba.

Cuando se despidieron ella sabia que él volvería a llamarla.

Él tambien lo creia, pero jamás lo hizo.