Queridísima Menchu:
¡Al fín lo he conseguido, soy tremendamente feliz!. Mis ilusiones, mis aspiraciones y mis pasiones han encontrado en Rodrigo el eje de mi existencia. Cada uno de sus momentos llena cada uno de mis momentos. Cada mirada suya es un beso y cada beso suyo es un latido de eternidad. Le amo.
Compré una casa preciosa en Menorca, nuestro nidito. Él continua intentando escribir su gran novela aunque dice que mi amor le distrae y por eso le cuesta tanto. Pasamos el día juntos y las noches más juntos aún. Estamos pensando en tener un niño.

Sé lo que estarás pensando y quiero que sepas que terminó todo aquello de peleas, agresiones y denuncias. Me respeta y me mima. Sé que mi compañia le hace bien. Le amo y sé que el también me ama.

Y ahora te dejo, que me llama. Estoy tranquila, sentada en nuestra casa escuchando el mar y sé que él me necesita. Soy feliz Menchu, muy Feliz.
Tu amiga Cristina que te quiere. Besos, besos y besos.

Camarero: ¿Otro vermut, señorita?
Cristina: Sí, vaya poniendo otro.
Camarero: Se siguen escribiendo cartas, por lo que veo.
Cristina: ...
Camarero: Pero nunca ví a nadie que lo hiciera a las tres de la mañana en un garitón como este.
Cristina: Se miente mejor por carta.
Camarero: Mentir, siempre es facil.
Cristina: Si... Oye, por cierto, ¿A qué hora terminas aquí?
Camarero: A las cinco... ¿Te pongo hielo para ese ojo?

"Medio vaso rojo"
Acrílico sobre tela
80x60 cm.