Me recogen en Alcala esquina Lopez Casero. Llegan en un monovolumen Lexus. No disimulan sus sonrias pícaras... les debo sexo a cambio de este viaje. Les daré sexo.
- Deja tu equipaje a tu lado que atras va lleno.
- Es esta bolsa de plastico... ¿a que huele?
- Son los dos perros de mi suegra. Nos ha pedido que se los llevemos. ¿Te molesta mucho el olor?. responde Sandra.
- Si... pero bueno.. un trockolin de hierbabuena aisla todos los olores.
- No se puede fumar en el coche... se disculpa Leandro.
Como es mi primer viaje largo, he decidido llevarlos hechos, por si me mareo y esas cosas. Saco uno, lo enciendo, aspiro, retengo y renazco. Leandro me mira por el espejo retrovisor. No está enfadado...
- Eres malo... me dice.
- Y doy buenos azotes, le respondo.
Leandro mira hacia la carretera y se muerde los labios con ojitos perversos. Sandra se gira y me sonríe.
Noto como Madrid se aleja tras de mi... pero lo noto lento, pausado entre bocanadas de recortes de humo de trockolo marijuanero.
Sólo quiero cerrar los ojos y evitar mirar hacia atras...
No quisiera convertirme en sal o cal viva.
Hemos parado a comer en un restaurante con hotel tras pasar Despeñaperros. La siesta ha sido larga de sexo húmedo bajo aire acondicionado. Leandro ha recibido sus azotes y Sandra su postre de pollas en una doble penetración que da por inaugurado este viaje iniciatico.
Los perros se removian en sus jaulas de viaje... siguen oliendo mal.
Hemos llegado hace unos instantes... hay adsl en mi habitacion... abro el portatil y escrito queda... Es la 1:41 de mi primer lunes del resto de mis días.

no se si eran reflejos de estrellas...
pero parecía la bufanda de un mago gigante.










