Con los frios sus labios se vuelven de menta y pan. Me cuesta encontrarlos entre tanto labio anhelante. Aquel no es, pero parece. Aquel tampoco, aunque provoque alucinaciones moradas. Aquel pasa a mi lado haciendose el indiferente. Aquel otro se esconde, le han pegado demasiado ultimamente. Una puerta se cierra de golpe. Unos labios dejan escapar sapos y culebras que al caer al suelo se esconden bajo las botas de los que esperamos. Despues silencio. De nuevo arranca el pianista con una polka. Todos los labios sonrien, incluso los más cansados. Fuera llueve. La calle es lengua mojada. Los edificios sus dientes. La ciudad es inmensa boca que ronca babeante. Abandono mi acomodo junto a la ventana. Escucho esos labios anhelados bajando por la escalera. Me ven y sonrien. Los mios responden alargandose en un nutritivo gesto alimenticio. Me empujan hacia ellos... se juntan... le llaman beso.... curioso nombre.
Y hoy a las 23:00 nuevo programa
de la Radio Copyleft.
en directo
en vivo
sin muertos
pero con cadaveres
no demasiado exquisitos.
Y despues pondremos el podcast
aqui mismo...