A tres centímetros de mi nariz hay un coño espléndido. El coño de un agente hembra de la seguridad del Estado.
Llevo un buen rato frente a él. Juntando los labios y soplando. La piel de la cara interna de los muslos se hace gallinita casi de forma instantánea.
Ella se estremece con cada brisa.
Llevamos follando desde las 8 de la tarde de ayer muy deprisa y muchas veces como si cada empujón fuera el último. Cada vez que terminamos una sesión, ella se levanta, se ducha, se lava el coño, se lubrica el culo, hace gárgaras y vuelve sonriendo. Yo soy algo más sucio.
Sobre la mesilla hay un libro... de Perez Reverte... cualquier remota posibilidad de futuro entre ambos queda completamente disipada.
Pero para follar si hay futuro inmediato.
Me pide penetración y que deje los airecitos.
Me acerco un centímetro más... luego otro... soplo frió... se encoge... abro la boca... sale aliento caliente.. se encoje más... frió... caliente... frió ... caliente... La huelo. Me agarra la cabeza y empuja hacia su coño... es fuerte... pero mi cuello, curtido en miles de horas de comidas de coños, lo es más. Cierra las piernas en torno a mi cabeza y aprieta muy fuerte. Meto el dedo en su culo para que las abra. Me llama hijo de puta. Llora???...
Mi dedo-pincel dibuja sobre su coño utilizando su fluido como pintura. Cambio el dedo por la lengua. Separo sus labios con precisión de cirujano. Su olor me envuelve y me transforma y me da superpoderes. Noto como, ahí abajo, crece mi polla.
Alimento.
Mi lengua entra apretada y larga y se expande dentro de ella como vela a los vientos. No siento nada, más allá de mi boca. Mil millones de conexiones neuronales en un trozo de carne dentro de otro trozo de carne.... pura vida. El sabor es cálido. La textura es de miel sin ser dulce. Aprieto sus muslos conviertiéndolos en orejeras. Mi nariz esnifa constantemente.
"Cuídame.
Muérdeme.
Chúpame.
Quiero ser el Yonki
de tu piel"
Su espalda responde con movimientos espasmódicos. Después de tantas horas follando, los cuerpos van a a su puta bola y correrse es cada vez mas sencillo...
Suena el despertador... las 6:30. Lo apaga a golpes mientras gime y se pone su almohada sobre la cara. Aulla en sordina. Grita en sordina. Se ahoga en sordina. Se la meto sin miramientos. Por el culo. Sin delicadeza. Yo también estoy perdidamente venao de sexo. Aprieto su almohada. Me corro. Quito la almohada. Nos besamos enloquecidos.
Un rato después vuelve a salir de la ducha secándose el pelo con una toalla verde.
- Entenderás que se lo tengo que decir a mi padre. Ayer nos vieron en la playa. Cuando sepa, que lo sabrá, que ( se seca los muslos) además eres el nuevo vendedor sin permiso y en su zona... En fin... que no es personal. Follas bien. (se seca los brazos) Eres simpático. En otras circunstancias podríamos haber tenido algo más... pero es negocio familiar y hay que cuidarlo. (Deja la toalla y se pone un tanga mínimo) No es personal... Algún día será mio el negocio y hay que ser disciplinada (se gira y me pide que le abroche el sujetador)... Si se supiera que no le tengo respeto, los demás dejarían de tenérselo... (se pone el pantalón de poli)... eso seria su ruina... nuestra ruina... (la camisa y los zapatos)... Tengo servicio. No se lo diré hasta esta tarde... te regalo unas horas... aprovéchalas para estar lejos...
- ¿Me la chupas rapidito...?
Y la Policía Nacional se arrodilla ante mi y se mete toda mi polla en su boca.







