Enredo con mi polla erecta sobre sus labios vaginales mientras la beso. Me gustaría metérsela y le encantaría que se la metiera pero no tenemos condones, los hemos terminado todos y eran 5, mi número de la suerte. Paso la polla arriba y abajo desde su clítoris a su coño y arriba de nuevo. Sus piernas atenazan mi culo y mi espalda. Sube la pelvis cuando toco su clítoris y la baja , huyendo, cuando llego a la puerta de su coño. Me repite que soy un chico muy malo.
Se puso muy cachonda cuando le dije que a veces cobro por follar y que hoy se ha ahorrado mas de seiscientos euros. Me pidió detalles, se los conté mientras la masturbaba y ahora solo quiere polla todo el rato. Me dice que tenemos química y que estamos enlazados en un noseque de vínculo de astropoetico o alguna mierda de esas. Yo solo sé que me ha olido y mi olor produce ganas de follar, así de fácil, desde siempre.
Se puso muy cachonda cuando le dije que a veces cobro por follar y que hoy se ha ahorrado mas de seiscientos euros. Me pidió detalles, se los conté mientras la masturbaba y ahora solo quiere polla todo el rato. Me dice que tenemos química y que estamos enlazados en un noseque de vínculo de astropoetico o alguna mierda de esas. Yo solo sé que me ha olido y mi olor produce ganas de follar, así de fácil, desde siempre.
La chica buena decide meter mi polla en su coño con la promesa de mi vasectomía y una posible salud genital excepcional, teniendo en cuenta donde suele acabar metida mi polla últimamente.
La veo correrse.
La oigo correrse.
La huelo correrse.
Me grita chico malo... chico malo... chico malo....
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