en una mañana radiante
de soles nuevos y
de soledades reventadas
de las que asoman
cantos de lirios y aguas.
La felicidad explota
cómo granos de maíz al fuego,
formando palomitas blancas
que prometen crujir en tu boca
derramando su esencia
cuando me pruebes.
Hoy los colores del entorno
son algo más incómodos
y saturados.
Serán el amor y la dicha
que regresan a molestarme?
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