Rozo con las alas de mis sueños
el perfil rugoso de tu armonía
en un baile de duelo y penuria
sobre los campos de trigos
que nunca terminamos de pisar.
Dulce maleficio de aristas delicadas
y ausencias resacosas sin miel ni alcohol
con las que poder olvidar
la dicha susceptible de tu tacto
cuando me pierde y se pierde.
Voy a esconderme bajo tu mesa de arpas y atardeceres
con una vela para tus noches
y un candado para tus suspiros.
Si me dejas, yo te dejo.
Si madejas, yo me alejo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario