PERCUSIONES LEBUSIANAS

Tengo Africa en mis botas y orillas de su mar marron en mis retinas.

Amanezco sin sueño y sin haber dormido frente a pescadores oscuros de ojos recelosos que buscan donde echar sus redes. Su idioma es de percusion TUNDA PANDO BEMBE. La mar esta brava y las olas elevan varios metros el horizonte. Vomito. Se rien. Me rio. Crestas de olas sobre un oceano de piratas. ¡Que la sal me curta y el sol me queme to lo chungo! le grito al agua, aun resacoso. Se dan cuenta que puedo caerme y me atan a un palo y me dan una cerveza de esas fuertes y lechosas que hacen aqui.

Cantan a lo lejos y no son sirenas.

Gritan a lo lejos y no son militares.

Rien a lo lejos y no son niños.

Me desmayo o me duermo o me dejo llevar por la cadencia pulida de montes y valles acuáticos.

Me despierta una sonrisa sin dientes que me ofrece un plato de pescado. Le pido más cerveza y me dice que primero coma en tres golpes de voz PUMGA TEN KALAN. El pescado esta muy bueno, a la plancha con algo de arroz frio y una especia con aroma a wasabi japones. Pido más. Vienen me desatan y me siento junto a ellos. Me trago otro plato. Con mímica les pregunto que pescado es. El "sin dientes", sin dejar de comer, me indica con la cabeza una cola de pez tras un monton de cajas de plastico para transportar la pesca. Me asomo. Mi infancia se muere en un pispas... Abierto en canal y con la cabeza separada del cuerpo y brillando por el sol y aun bello y espléndido, un delfin mular.

Pues no pienso vomitarlo.

Y total, mi infancia de niño primer mundista, tampoco fue tan buena...

El barco gira.. las percusiones continuan... me pongo a bailar como un imbecil haciendo que el barco es mi tabla de surf... los pescadores se descojonan... alguno me imita... Palmas y cantos... Un tablao en medio del oceano...

Los delfines saltan tan alto solo para escapar de sus depredadores... ahora lo sé...