A la vera del rio
salta mi niña.
Mi niña rumbera
de rizos y duende
salta risueña
tras velos sin lluvia
y juega la noria
con agua que rie.
Y se acerca el tiempo
con sombrero viejo
y cuenta a la niña
cuentos como sueños.
Y la niña rie
y la niña crece
y la niña busca
y la niña siente.
Sus lunares verdes
empujan su suerte
hacia orillas secas
ausentes de muertes.
Y se aleja el tiempo
y la niña ausente
en brazos de quimeras
que el amor prometen.
Y la niña rie
y la niña crece
y la niña busca
besos que adormecen.
A la vera del rio
mi niña amanece
repleta de versos
vacia de flores
llena de calores.
Amonos mi niña
que el agua aquí es fuerte
y los remolinos
tus vestios mecen.
La niña ya no es niña
es mujer potente
que sabe de mares
de lluvias
y puentes.
A la vera del rio
las aguas padecen
ausencia de niñas
que zarparon fuertes.
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