que aún no llegaron,
con los restos
de los vinos añejos
que esperan macilentos
a que tu paladar
los abrigue
arrancándolos
de la condena
del fondo de la botella.
Cada trago será un resto
de algún conjunto baldío
de ideas inconexas
que se descorche
en tu cabeza
y al explotar
te inunde
y te robe el tiempo
y la vida,
arrastrándote al abismo
de ese océano enloquecido
donde solo tú genialidad
consigue la muerte
al sedimentarse
en sus playas
formando dunas
de arenas-prosa
donde tumbarme desnudo
para quemarme
en tu sol.
2 comentarios:
Aqui hay mucho sol también.
Saludos desde Airapi, BCS, Mexico.
Y dunas...
Vente un rato a pasar las vacas.
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