miércoles, 13 de diciembre de 2006

ESQUI EN ZOOFRENIA

Cenar con ella es un placer sin expoliación, las lentejas se convierten en caviar, el agua en vino, el pan en pasas.

Me gusta rozarle la mejilla con los dedos y sentir su piel morena, a su lado las bombillas se convierten en velas y su sonrisa ilumina el comedor, le regalo una rosa que se convierte en ramo, su conversación simple, clara y sin tapujos suena a música.

Si el amor existe es ella, acepta con sus ojos mis palabras igual que mi pasión, no tendría que existir el poder de perder a estas personas.

Antes del postre suena la música, le pongo un collar en el cuello y los cristales se convierten en zafiros, agarro sus manos y bailamos en el comedor, cada vez que roza su cara con la mía le digo lo guapa que es, lo feliz que me hace, y antes de ir al dormitorio, abrazados, vemos desde la terraza como anochece en Madrid y la tiro.

pal devil y pal mariano.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno, las visitas aumentan es una buena señal.
Saludos
Mariano Rivas.