Como un aliento de amanecida, pobre y maloliente, así siente su sombra sobre el asfalto.
Volvió el sol y con él las ganas de esconderse, de evaporarse con los charcos sucios de la calle que pisa. Todo tiene demasiado color. Todas tienen menos ropa. Todos babean mirando a todas. Los perros quieren follar y las perras se lo ponen fácil Demasiadas sonrisas en un entorno hostil. La peor de las guerras es la que se pierde dentro, contra uno mismo. A veces piensa en hacerse una camisa con una frase inteligente y solo le salen mierdas que ya ha visto u olido. Mira a los niños y solo ve zombis que algun día follaran con zombis. El mundo es una gran mierda que folla. Alguien le dice buenos dias con unos dientes demasiado blancos, alguien debería golpear a alguien o cortarse el alma y darsela a los mendigos que pueblan las noches de Madrid para que se hagan collares con ella.
Los porteros de las casas salen a limpiar las alfombras de acceso... el polvo que levantan hace todo más real. La suciedad es lo que tiene, es lo único verdadero junto con ese lapo que se genera en tu garganta, da vueltas entre tus muelas, se para en los dientes y sale disparado por los labios a alguna pared o a alguna planta o a algun perro de esos que parecen personas de como van vestidos.
Algún día, cuando pare, mirará hacia atrás y espera no recordar nada...
No hay comentarios:
Publicar un comentario