que gime entre tus piernas
con espasmos.
Alumbrando tu piel,
ya decidida
a romper con su fuerza
mis encantos.
Ya circula tu lengua por mi encía.
Ya dibuja mi lengua tu homoplato.
Ya navega tu mano hacia mi tripa
Ya florece el deseo sin llamarlo.
Es el pozo del placer irreflenable
que afila tus sentidos
que ahora cortan
los hilos que sujetan mi cordura,
siendo libre
mientras caigo a tu infinito.
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