a esta apuesta
que apesta
a vida amarga
como una puta
Cruzcampo.
Voy con este cuerpo
ausente de alma
que anda torcido
sobre un mundo
de suelos como paredes.
Voy al encuentro
de lo inexperado
o de una muerte
borracha
con cara de Nancy
madura o viejuna
que me chupa la polla
en el sofá con funda
de tela con pelos de gato
donde me quedo dormido
desnudo y dónde me despierta
su hijo que vuelve del curro
de segurata y al verme desnudo
también se vuelve Nancy
como la madre
y se lanza hacia mi polla
arrancándome de mi sueño
para correrme en su boca.
Voy con todo
con ganas de nada
arrebatándome de mi
lo que ya no cabe
en el cajón del recuerdo
demasiado lleno
por demasiada vida.
Debería haber sido
menos sonriente
o pastor de cabras
en algún pueblo
de Extremadura
donde no haya Tinder
ni Nancys, ni nada.
Sólo las ganas
de ir a por todo
pa nada.
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