Ese odioso soneto deseado
por el infame fuego que me abraza
destruyendo el placer que me atenaza
por el terror del verso al verse atado.
Saber al verso libre acojonado
tras cerrarle con fuerza su bocaza
y sentir como rompe la mordaza
el cañón del soneto retornado.
Explotando en un charco de vileza
donde flotan insípid@s poetas
que esconden tras aplausos su torpeza.
Agrandan pobres versos con muletas
que al leer me generan gran pereza
dejándome un olor... como a mofetas?
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